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jueves, 21 de agosto de 2014

Impacto social y ambiental de la contaminación hídrica


Uno de los problemas más graves en materia ambiental de la localidad de Tunjuelito lo constituyen la contaminación del río que lleva el mismo nombre y las constantes inundaciones en barrios como San Benito, debido al taponamiento del sistema de alcantarillado por la operación de las curtiembres. Según la agenda ambiental local elaborada por el DAMA, la Universidad de los Andes y el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacional, en San Benito existen alrededor de 457 curtiembres que generan más de cinco mil empleos directos y unas 30 mil personas relacionadas, se evidencia la disposición de desechos sólidos, particularmente carnazas a lo largo de toda la margen el Río Tunjuelito. Agrega que la mayoría de esas industrias curten el cuero al cromo, es decir, con elementos químicos que van a parar al río o a las alcantarillas.  

En este sector, también se depositan sólidos (como cenizas), producto de la elaboración de carbón vegetal, de la quema de los pedazos de recorte de cuero y de baterías de carros, las cuales son altamente contaminantes, pues contienen gran cantidad de
cromo puro y plomo.

Dice el informe que más del 50% de las industrias dedicadas al cuero, drenan sus aguas residuales al río o a las alcantarillas sin ningún tipo de pretratamiento. El otro 50% tiene rejillas, pero las trampas de grasas construidas dentro de sus instalaciones no operan satisfactoriamente. 

Pero la contaminación de Tunjuelito en la localidad, no solo se debe a los aportes de las curtiembres. Es común también que a sus aguas se arrojen basuras. Ello acarrea problemas de propagación de insectos y roedores, transmisores de enfermedades infecto-contagiosas, así como también problemas de salud por infecciones causantes de enfermedades respiratorias y diarreicas, que afectan a la población infantil.

A eso se suma que, por ejemplo, el canal de San Carlos que atraviesa la zona, recibe otro tipo de desechos como lo son los lodos provenientes del lavado y aceitado de automotores y el expendio de combustibles.

Por otra parte, el grupo de trabajo encontró que las rondas de las quebradas están siendo invadidas. En los bordes de la Chiguaza, existen ya varios asentamientos subnormales, la mayoría con cultivos de maíz y criaderos de cerdos.

Merece especial atención el sector del barrio Isla del Sol, en donde se está dando el proceso acelerado de urbanización clandestina en el antiguo cauce del Río Tunjuelito, el cual debe respetarse para evitar tragedias en el caso de que el río vuelva a tomar su curso normal.

De acuerdo con el informe, los vecinos de ese sector corren inminente peligro por el posible desplome del talud del antiguo lecho del río, pues se encuentra a menos de diez metros de distancia.

Otro de los problemas ambientales de la localidad se refiere a la debida explotación del suelo, lo que a su vez ha generado una alta erosión en especial en las rondas del Río Tunjuelito.

Por razones de tipo económico y político, la erradicación de estas gravillas es muy difícil, hasta que no se agoten los materiales para construcción, asegura el documento, y agrega que hasta ahora, la industria extractiva no ha desarrollado planes de recuperación del suelo en el sector.

Por último, el informe del DAMA hace referencia al deterioro de la malla verde. Dice, por ejemplo, que el parque el Tunal se encuentra bastante descuidado y es usado como botadero de basuras. Además, el parque El Hoyo del barrio Abraham Lincoln cuenta con canchas deportivas en mal estado y en terreno destapado.

En este punto, el diagnóstico no podía ser peor: el deterioro paisajístico es demasiado evidente, puesto que no existen árboles en casi la totalidad de la zona. La recuperación ambiental de Tunjuelito está centrada en el control, tanto de los vertimientos de aguas al río, como de la industria extractiva. Se buscará un acuerdo con las fábricas para lograr el pretratamiento de las aguas, lo mismo que la aplicación de nuevas normas que regulen a las curtiembres. 

Además, se plantea la realización de un inventario de las redes del alcantarillado existentes, con el fin de establecer en qué sitios hace falta sistemas de drenaje de aguas residuales. Así mismo, se proyecta iniciar un plan de recuperación y limpieza de las rondas de la quebrada Chiguaza y el Río Tunjuelito, mediante la delimitación y cercado de las rondas, seguido del drenaje y la mejora hidráulica.

Y para detener el proceso de urbanización de las rondas, habrá que reubicar los habitantes de barrios subnormales.


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